Cementerio
El cementerio parroquial (1918-1922) de Sumacàrcer se sitúa en la Solana del Castellet, a los pies de la montaña del Castillo de Penyarroya.
Tiene un enclave geográfico clave. Además, se integra en el paisaje ofreciendo espectaculares vistas y panorámicas al río Júcar, las montañas del macizo del Caroig, los campos de naranjos y el término municipal de Sumacàrcer.
A nivel histórico, fue mandado construir por el párroco Alejo Sendra Tarrazó en 1918 con el objeto de subsanar los problemas sanitarios que ocasionaba el antiguo cementerio. De este modo, el párroco proyectó el nuevo con unas mejores condiciones para la salud pública. Además, el Conde de Orgaz, Esteban Crespí de Valldaura, donó 3 fanegadas de tierra de la Solana del Castellet a la Iglesia con tal fin.
Por último, a nivel artístico el cementerio ofrece un paisaje necrológico de gran singularidad, formado por un conjunto arquitectónico y escultórico monumental compuesto por hileras de nichos, 9 panteones con cúpulas y una capilla. Todo esto confiere al cementerio una imagen de gran valor artístico. Dada la época de su construcción, en pleno apogeo del Modernismo, el Cementerio presenta varios rasgos típicos de esta corriente arquitectónica que se pueden apreciar en sus torreones, sus cúpulas y el uso de tejas y cerámicas policromadas.
El hecho de estar ubicado en la ladera de una montaña le confiere un aspecto más propio de una fortaleza o castillo, en el que se dan tres niveles de altura. Esto es poco habitual en este tipo de construcciones, ya que la mayoría suelen ser de una planta rectangular a nivel del terreno. Por este motivo, las vistas que se obtienen desde el mismo son más propias de un mirador turístico que no las de un campo santo.